- La tripledemia, conformada por los virus del COVID-19, la influenza y el sincitial respiratorio VRS, está tomando por sorpresa a los niños de México debido a que se trata de una enfermedad nueva. Identifíquela.
Mario Rodríguez vivió hace poco un infiernillo cuando su hijo de dos años estuvo a punto de dejar de respirar. Entre el consultorio de pediatría y la sala de urgencias en la Ciudad de México, los minutos contaban mientras trataba de entender en qué momento los tres más peligrosos virus de la temporada invernal habían entrado al cuerpo de su pequeño.
Pero el diagnóstico era tajante: tripledemia.
La pediatra le explicó que hay más de un virus que lo estaban enfermando: sincitial respiratorio, influenza y covid-19 . “Es como si el pulmón estuviera siendo atacado por Japón, Rusia y Alemania al mismo tiempo; o sea, que los países más fuertes hablando de guerra atacaran a otro más débil y éste no tuviera cómo defenderse”.
Casos similares al del hijo de Mario Rodríguez habían empezado a preocupar a los pediatras mexicanos desde principios de noviembre pasado tanto en la consulta pública como en la privada. Noticias de Estados Unidos llegaban a diario sobre la saturación de hospitales por esta situación.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades reportaron que las hospitalizaciones pediátricas, aumentaron a 50.6 de cada 100,000 niños de 17 años o menos admitidos por un virus respiratorio esta temporada y, como ocurrió en la pandemia, los escenarios de allá y de Europa se esperaban en México.
Pero no creyeron que tan pronto. Rocely Reina, pediatra neonatóloga en el hospital ABC, explica que regularmente los virus se “pasaban la estafeta” en la temporada de frío. Empezaban a atacar en otoño. Primero el sincitial respiratorio que, antes de covid-19 era el más agresivo y causante principal de la neumoía viral. Luego seguía la influenza que se previene con vacuna y se combate con antivirales y finalmente, a partir de la pandemia, seguía covid.
“El problema ahora es que los pacientes se dejaron de enfermar porque estaban en cuarentena y no hubo un estímulo para crear una memoria inmunológica”, describe Reina. “Y lo que está pasando es que normalmente en esta época el 30% de los niños que presentan el virus entran al hospital, pero ahora es del 70% tanto a urgencias como a cuidados intensivos”.
En resumen, lo que pasa es que los niños no resuelven por sí mismos las infecciones respiratorias. Normalmente los anticuerpos tienen la capacidad de atacarlas pero ahora no, explica la pediatra: los virus dejan una lesión moderada o severa dependiendo del grado de atención que se les dio, del tratamiento o si éste fue oportuno o no.
En esta etapa los niños más pequeños en México están regresando al hospital con cuadros de hiperreacción bronquial porque el pulmón no ha terminado de crecer. El pulmón termina de crecer a los ocho años pero alcanza el 80% a los dos años y los que no han terminado de crecer quedan con un proceso inflamatorio que los vuelve hiperreactores de manera exagerada al medio ambiente.
“Posterior a una neumonía cuando se vuelven a infectar tienen procesos inflamatorios a nivel pulmonar y bronquial y no es más que una respuesta de inflamación exagerada”, destaca la pediatra. “Si no se les da la atención necesaria pueden morir”.
Panorama
México no tiene un registro de los casos de tripledemia por tratarse de una “enfermedad” nueva, pero otros registros dan una alerta: entre el 30 de octubre y el 3 de diciembre de este año, los casos de Covid-19 han subido 233% en México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.
Médicos de hospitales públicos en la CDMX confirmaron a este diario que “están saturados” por pacientes que presentan tres virus o más. María José Pina, quien trabaja urgencias en el Instituto Nacional de Pediatría (INP), pospuso en diversas ocasiones la entrevista con este diario por atender a un niño cuyos pulmones peleaban entre la vida y la muerte.
Carlos Bañuelos, médico intensivista del hospital privado ABC y del INP, reconoce que las consultas pediátricas están al límite. “Tenemos tripledemia y casos récord de hasta cinco virus con sincitial respiratorio, influenza, covid, enterovirus y rinovirus. A estos casos los llamamos polidemia”.
Los médicos observan que debido a que los adultos sí fueron vacunados no presentan cuadros tan severos, pero los niños menores de cinco años que no fueron vacunados en México son los más vulnerables. Mario Rodríguez describe que una de las situaciones más estresantes que ha vivido fue camino al hospital pensando que su hijo podría dejar de respirar. “Mi hijo fue niño fue pandemia, no salió de casa y no tuvo la oportunidad de exponerse con otros niños y mejorar sus defensas”.
Tampoco tuvo la vacuna contra covid como los padres y su hermana mayor de seis años, quienes no han tenido complicaciones ni cuadros cercanos a la tripledemia. En Estados Unidos sí podrían ponerla a menores de dos años, pero el niño no ha podido viajar porque no tiene visa y las citas para ésta se han atrasado. “Yo puedo ir, pero no me puedo traer una vacuna”.
Prevenciones
Rocely Reina advierte que los padres no deben tomar “a la ligera” cualquier síntoma y sugiere no automedicarse, asistir con el pediatra y de preferencia hacerse un “panel viral” para que sepan cuál virus es el que ataca al niño enfermo. “Se trata de no llegar tarde”, destaca.
El uso de oxímetros que se aprendió en pandemia está ayudando: si el oxígeno está por debajo de noventa se deben ir a urgencias porque eso quiere decir que puede ser neumonía y se requiere de manejo hospitalario. Pero lo más importante es que haya un buen sistema inmunológico y esto, detalla Reina, se refuerza con vitaminas C, D y A.
Mario Rodríguez, padre del niño que fue hospitalizado sugiere no exponer a temperaturas bruscas y extremas a los niños, usar cubrebocas, bufandas y moderar los compromisos sociales nocturnos por el frío.
La Universidad Nacional Autónoma de México realizó una serie de recomendaciones para prevenir contagios, de cualquiera de las tres enfermedades: completar el esquema de vacunación contra COVID-19, usar correctamente el cubrebocas al realizar actividades en espacios cerrados, ventilar de manera permanente lugares cerrados así como tener higiene individual (lavado de manos, uso de gel, estornudo de etiqueta) y limpieza de instalaciones.