- Dispuesto alcalde Iván Báez a acompañar a vecinos en bloqueo a Maxipista.
- INAH Sinaloa convertido en un verdadero lastre para el municipio.
- Niegan acceso a vecinos de la Chicayota pero encargado permite borracheras con música de banda.
Redacción.
No se anduvo con rodeos.
Conforme a su estilo, el alcalde Iván Ernesto Báez Martínez fue directo y claro: “Aquí los representantes del INAH no se mandan solos. Haremos cumplir y respetar la Ley, además de que no permitiremos que sigan pisoteando los derechos de los vecinos de La Chicayota que lo único que quieren es trabajar y llevar un sustento a sus hogares.”
Los vecinos de la comunidad se reunieron en el área de la techumbre pública con las autoridades municipales encabezadas por el presidente municipal de San Ignacio para expresar de viva voz la inconformidad que tienen por las actitudes de cerrazón y trato indigno de parte de los encargados del Museo de Las Labradas quienes no les permiten siquiera accesar a la zona de playas u orecer sus productos artesanales, de guías certificados de turistas y venta de alimentos en los alrededores de un espacio que, precisamente, les fue donado por los ejidatarios del lugar.
En plena pandemia existen testimonios por parte de las autoridades de seguridad pública y de Protección Civil de como la persona encargada del Museo, Rodrigo Félix Cantoral, ha permitido el acceso a la zona, incluso en altas horas de la noche, para que consuman bebidas alcohólicas y realicen fiestas con música de banda; en tanto que a los pobladores de la Chicayota se les prohíbe el acceso a una zona que es suya.
Ahora, el encargado envió un oficio al Ayuntamiento donde anuncia la reapertura del Museo sin contar con protocolos de sanidad ni la validación de los organismos de Protección Civil municipal y estatal.
“Desde hace tiempo ha habido una cerrazón por parte del delegado –(Servando Rojo Quintero, Delegado del INAH Centro Sinaloa)- y advierto que nadie va a estar por encima de la Ley municipal y las leyes del Estado. El gobernador ya está enterado del tema. Aquí quiero que el INAH tenga un acercamiento con nosotros y con la gente de la comunidad a quienes están dejando de la mano.”, recalcó el alcalde Báez Martínez.
La Chicayota es una comunidad de 350 pobladores aproximadamente donde muchos de ellos recibieron en su momento, con el apoyo de la administración municipal y la secretaría de Turismo, cursos de capacitación para el manejo higiénico de alimentos, elaboración y comercialización de artesanías, así como certificación para guías turísticos; lo que les permitiría llevar un sustento a sus familias y evitar que migren hacia otros lugares.
Si bien es cierto que ya empieza a reactivarse el turismo y los viajeros empiezan a regresar a admirar las playas de la zona de Las Labradas; a pesar de que el museo no está aperturado; los pobladores no pueden acercarse por la actitud cerrada e insensible de un encargado de nombre Rodrigo Félix Cantoral, quien, incluso, se ha atrevido a burlarse de sus mismos vecinos.
La molestia vecinal es evidente y por ello el alcalde Iván Ernesto Báez Martínez fue enfático en su mensaje: “Ustedes tienen todo el apoyo de mi parte y del gobernador Quirino Ordaz Coppel; estaremos con ustedes hasta donde tope.”
Incluso, advirtió estar dispuesto a encabezar el bloqueo a la Maxipista Mazatlán-Culiacán como lo están pidiendo los vecinos. Yo no los voy a dejar solos, reiteró.
Sobre la pretensión de reaperturar el Museo les advirtió: “Nosotros no vamos a dar ningún permiso; tienen que cumplir con las normas de sanidad, los lineamientos y protocolos. No vamos a dar el acceso a ninguna persona si no se alinean a lo que son los requisitos que se ocupan para reanudar actividades.”
Cabe señalar que ya cerró con maquinaria el acceso al camino que conduce a esta zona y hasta que no haya una mesa de diálogo por parte del delegado del Centro Sinaloa del INAH con los pobladores, el Ayuntamiento no lo volverá a abrir. Y es que, incluso, el INAH cobra cuotas por entrar a Las Labradas y no deja ni un beneficio a la comunidad, aun y cuando el municipio mete maquinaria para arreglar los caminos en tiempos como cuando se realiza el tradicional Equinoccio de Primavera.
En otro orden de ideas y siguiendo con el tema; en San Ignacio el INAH está actuando como un verdadero lastre para el desarrollo del municipio, toda vez que por limitantes que rayan en lo absurdo no ha dado permiso para que varias empresas que han llegado a la cabecera municipal empiecen a construir a pesar de que ya invirtieron en la compra de terrenos para establecerse; tal es el caso de Coppel y Ferrox, entre otras.