Ulises Milán*
El anterior encabezado, pretende contextualizar ejemplos cómo las declaraciones que ha hecho el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; respecto a que existe un cambio tras enfrentar el COVID 19 y después del COVID; se refiere a un cambio social que a su criterio, parece ser similar a la austeridad republicana que el mismo pregona.
Me referiré a los ciudadanos, “no al pueblo”; son distintas palabras para definir a las masas. Los ciudadanos, creen en su mayoría a López Obrador; aun cuando en su programa mañanero tiene una serie de irregularidades en su comunicación como jefe del ejecutivo.
Los mexicanos, saben que AMLO va contra los corruptos, pero luego ven a Bartlett y se confunden; los mexicanos saben que López Obrador tiene unas ganas de cambiar al país, pero no entienden el plan de gobierno, y menos aún el plan económico para lograrlo.
Cuando hablamos de plan económico, no decimos que; en sí no exista ese documento; si no que los mexicanos saben que los “pobres son lo primero”; pero hoy con la pandemia, resulta que los pobres corren el riesgo de seguir siendo pobres o nunca dejar de serlo.
Esto es importantísimo, porqué; porque el cambio de régimen que ha mencionado el Presidente tiene como plataforma a los pobres, a los más necesitados y la mayoría del presupuesto público va enfocado a sus programas sociales.
Cuándo lo escuchan hablar, y decir que compren unos zapatos o que tengan un carro austero, que no tengan lujos o excentricidades, el llama en realidad no a la avaricia como forma de vida o el consumismo como medio de fortaleza del capital y de lo que es el capitalismo como forma de gobierno “en jefe” en confabulación con una democracia según a su criterio “burguesa”; él no ha mencionado y no ha asentado las bases para poder emprender un ambicioso plan de crecimiento junto con los empresarios, porque titubea en lo que debió sembrar como base para el cambio de régimen. Sabe que hay resistencia, todo cambio tiene resistencia; pero le ha fallado en representar su plan de gobierno y dejar de hablar simplemente con cuanta cosa se le ocurra en las mañanas.
AMLO tiene una capacidad de poder en los años restantes que le quedan, de avanzar, y si en verdad quiere ese cambio de régimen, ya tiene un punto a su favor; tiene mayoría en la Cámara de Diputados y tiene una aprobación aún alta entre los mexicanos; eso es su fortaleza para ir construyendo esos cambios “democráticos” porque eso le ha fallado al Presidente, hablar sobre cómo deben darse esos cambios al modelo más “igualitario socialmente”; y dejar de pensar que todos son sus enemigos.
Lo peor que pudiera pasar de facto, es que esos fantasmas que ve el y cierta parte de la izquierda se conviertan en realidad en enemigos o su sombra en todo lo que resta de su gobierno; lo que menos se desea, es la ingobernabilidad y una puerta a los extremismos políticos.
¡Claro que puede haber consenso y gobernabilidad, es una suma de todos, NO POTESTAD DEL PRESIDENTE!
*L.C.C Héctor Ulises Milán Guevara/ Gerente Ejecutivo de USCADSIN Unión de Sociedades Cooperativas y Actividades Diversas de Sinaloa y Nayarit/ Ex asesor de legisladores del PAN/ Columnista en medios digitales/ Integrante del Fondo de Agua y Cobalpre Comité Baluarte Presidio/Integrante de COADES Confederación de Organizaciones Acuícolas del Estado de Sinaloa/ Integrante del Comité Sistema Producto Camarón de Cultivo del Estado de Sinaloa/ Fundador y Presidente del “proyecto” UNIDAD DEMOCRÁTICA SINALOA “El Diálogo es Contigo” (Movimiento político ciudadano).
