ALBERTO AGUILAR
No pensaron en los negocios ni en las pérdidas que representa para estos el cierre de la avenida Rafael Buelna.
Y es que no venden chicles ni gomitas. Los establecimientos ubicados a orilla de carretera van desde hospitales, carnicerías, hoteles, centros comerciales y hasta birrierías se verán afectadas en las ventas.
La pregunta es quién pagará las pérdidas?.
Es verdad que la renovación de la avenida Rafael Buelna es necesaria. Urge. Sin embargo, no se puede cerrar por completo dicha rúa por las decenas de establecimientos con sus cientos de trabajadores que ahí laboran.
La solución es fácil.
Cerrar solamente las áreas donde se va a laborar.
Pueden ir tramos y carriles. Por ejemplo solamente cerrar el tramo que va de Valentinos -sobre Rafael Buelna hasta Reforma -Frente a la Nissan-, dejando libre bastante tramo vial y espacio para las ventas de los negocios establecidos. Lo malo es que se pusieron a cerrar tramos y tramos que donde no pasa nada.
Los problemas ya empezaron pues algunos comerciantes ya empezaron a cerrar la avenida de La Marina. Más descontentos para el 2021.
Esperemos una solución en breve.
